200 años de arte en Mendoza
En adhesión al Bicentenario, el Museo Fader exhibe una selección de obras de su patrimonio que permiten visualizar a grandes rasgos la historia del arte de Mendoza.
Una de las obras clásicas de Fernando Fader que puede apreciarse como parte de la muestra permanente.
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sábado, 10 de julio de 2010
En adhesión a los actos conmemorativos del Bicentenario de la Revolución de Mayo, el Museo Provincial de Bellas Artes "Emiliano Guiñazú" - Casa de Fader exhibe una selección de obras de su patrimonio que permiten visualizar a grandes rasgos la historia del arte de Mendoza.
Fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX
Durante la época colonial y primera mitad del siglo XIX, no se desarrolló en Mendoza un arte regional. De ese período, encontramos pinturas e imágenes religiosas provenientes de España, Cusco, Quito, traídas especialmente para las iglesias y capillas familiares.
Fines del siglo XIX
El retrato privado comenzaba a formar parte del reconocimiento de la burguesía criolla, que ascendía socialmente a través de las guerras de la independencia y las instituciones civiles.
En Mendoza encontró importantes cultores: artistas extranjeros como el francés Desiré Bourrelly, los italianos Guillermo Olivar y Antonio Bergamaschi, a los que se suman nuestro primer pintor nativo Gregorio Torres, la sanjuanina Procesa Sarmiento, la mendocina Elena Capmany, entre otros.
Principios del siglo XX
Por esta época siguen llegando a Mendoza artistas extranjeros con formación en academias europeas. Entre ellos están los españoles Javier de Verda (1870-1909), Fidel Roig Matons (1884-1977), Ramón Subirats (1891-1942), el escultor Juan José Cardona (1891-1969) y el italiano Alfredo Nenciolini (1871-1959). Estos artistas, además del retrato, incursionaron en el paisaje.
En 1904 llega Fernando Fader (1882-1935) después de haber finalizado sus estudios en Alemania y Holanda. Dejó un importante legado artístico dentro del cual se encuentran las 52 obras del Museo Provincial de Bellas Artes "Emiliano Guiñazú" - Casa de Fader (murales, pinturas, dibujos y esculturas) declaradas "patrimonio cultural de la Provincia de Mendoza" en 1998.
Escuela de paisaje mendocino
En vísperas de los festejos del Centenario de la Revolución de Mayo (1910) se agudiza la polémica acerca de la identidad nacional y de un arte capaz de reflejarla.
El tema predominante en los pintores locales fue el paisaje, propuesto por el grupo denominado "Escuela de Paisaje Mendocino" representado por Bravo, De Lucia, Azzoni, Anzalone, Alaminos, Lahir Estrella, entre otros.
Tipos autóctonos
Otro propuesta fue la pintura de tipos autóctonos, caracterizada por la historiadora Silvia Benchimol como "la nostalgia hacia lo nativo". Esto es especialmente cierto en los cuadros de tipos nativos de Ramón Subirats y Fidel Roig Matons.
Formación artística
En las primeras décadas del siglo la preocupación oficial por la formación artística, lleva al gobierno de la provincia al otorgamiento de becas en el exterior para artistas nacidos en la provincia, es el caso de Rafael Cubillos (1881-1948) y Elena Capmany (1886-1969); y en el caso de Vicente Lahir Estrella (1890-1980) realizó su formación artística en España (Madrid y Barcelona) con el apoyo económico de su familia.
En 1915 es creada la primera Escuela Oficial de Dibujo y Pintura dirigida por Vicente Lahir Estrella y Elena Capmany que organizó en 1918 el "Primer Salón de Bellas Artes", en la sede de la escuela (calle Gutiérrez 305).
Décadas 1920-1930
Los últimos años de la década del ’20 y sobre todo en la década del ’30 se afirma el campo artístico local con la creación de instituciones culturales: centros de enseñanza, desde el ámbito oficial, asociaciones y galerías comerciales que organizaban salones, exposiciones y certámenes. En este ámbito propicio surge el Museo Provincial de Bellas Artes, creado durante el gobierno de Alejandro Orfila, en mayo de 1927, con el fin de constituir "un centro artístico popular y universal en materia de arte".
Décadas 1930-1940
Los principales centros de enseñanza que se crearon en esta época fueron: la Asociación Cultural de Extensión Artística, más conocida como "Escuela de Dibujo al Aire Libre" fundada por Vicente Lahir Estrella en 1933.
También en 1933 se creó la Academia Provincial de Bellas Artes oficializada un año más tarde como Academia Provincial de Bellas Artes y Escuela de Artes Decorativas de Mendoza. Entre sus organizadores encontramos a los arquitectos Arturo y Manuel Civit, y a los artistas Vicente Lahir Estrella, Rodolfo Guastavino, Pablo Vera Sales, Roberto Azzoni, Rafael Cubillos, José Alaminos, Fidel de Lucía, Antonio Bravo y el escultor Juan José Cardona. En 1939, fue creada la Academia Nacional de Bellas Artes, actual Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional de Cuyo.
Tradición y novedades. Décadas de 1930-1940
"Si la década del ’30 estuvo marcada por la cantidad de asociaciones que surgieron, la del ’40 lo estuvo por el espacio que ocuparon los salones cada año" (Gómez de Rodríguez, Marta). Constituidos los principales centros oficiales de formación profesional, el otro ámbito de legitimación está expresado por los salones.
Década de los ’50
En el aspecto institucional, el hecho más significativo fue la inauguración del Museo Provincial de Bellas Artes "Emiliano Guiñazú" - Casa de Fader, el 11 de abril de 1951.
En cuanto a los movimientos artísticos, durante esta década surge en Mendoza un grupo de artistas comprometidos con las causas de reivindicación social y la posibilidad de llevar el arte a un lenguaje de comprensión universal.
En 1952 Luis Quesada creaba el Taller Popular de Arte Realista que funcionó hasta 1955, cuando comenzó a desarrollarse el Club del Grabado (1955-1959). Se privilegió el grabado como medio expresivo por su bajo costo.
Hacia fines de la década Luis Quesada, José Bermúdez y Mario Vicente conformarán el Taller de Murales de Mendoza, experiencia ligada a las enseñanzas de Juan Carlos Castagnino.
Las décadas sucesivas hasta los albores del siglo XXI, son el escenario en el que se desarrollan diversas propuestas artísticas de gran contenido y proyección, haciendo de nuestra provincia un lugar destacado en lo referido a las artes visuales.
Fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX
Durante la época colonial y primera mitad del siglo XIX, no se desarrolló en Mendoza un arte regional. De ese período, encontramos pinturas e imágenes religiosas provenientes de España, Cusco, Quito, traídas especialmente para las iglesias y capillas familiares.
Fines del siglo XIX
El retrato privado comenzaba a formar parte del reconocimiento de la burguesía criolla, que ascendía socialmente a través de las guerras de la independencia y las instituciones civiles.
En Mendoza encontró importantes cultores: artistas extranjeros como el francés Desiré Bourrelly, los italianos Guillermo Olivar y Antonio Bergamaschi, a los que se suman nuestro primer pintor nativo Gregorio Torres, la sanjuanina Procesa Sarmiento, la mendocina Elena Capmany, entre otros.
Principios del siglo XX
Por esta época siguen llegando a Mendoza artistas extranjeros con formación en academias europeas. Entre ellos están los españoles Javier de Verda (1870-1909), Fidel Roig Matons (1884-1977), Ramón Subirats (1891-1942), el escultor Juan José Cardona (1891-1969) y el italiano Alfredo Nenciolini (1871-1959). Estos artistas, además del retrato, incursionaron en el paisaje.
En 1904 llega Fernando Fader (1882-1935) después de haber finalizado sus estudios en Alemania y Holanda. Dejó un importante legado artístico dentro del cual se encuentran las 52 obras del Museo Provincial de Bellas Artes "Emiliano Guiñazú" - Casa de Fader (murales, pinturas, dibujos y esculturas) declaradas "patrimonio cultural de la Provincia de Mendoza" en 1998.
Escuela de paisaje mendocino
En vísperas de los festejos del Centenario de la Revolución de Mayo (1910) se agudiza la polémica acerca de la identidad nacional y de un arte capaz de reflejarla.
El tema predominante en los pintores locales fue el paisaje, propuesto por el grupo denominado "Escuela de Paisaje Mendocino" representado por Bravo, De Lucia, Azzoni, Anzalone, Alaminos, Lahir Estrella, entre otros.
Tipos autóctonos
Otro propuesta fue la pintura de tipos autóctonos, caracterizada por la historiadora Silvia Benchimol como "la nostalgia hacia lo nativo". Esto es especialmente cierto en los cuadros de tipos nativos de Ramón Subirats y Fidel Roig Matons.
Formación artística
En las primeras décadas del siglo la preocupación oficial por la formación artística, lleva al gobierno de la provincia al otorgamiento de becas en el exterior para artistas nacidos en la provincia, es el caso de Rafael Cubillos (1881-1948) y Elena Capmany (1886-1969); y en el caso de Vicente Lahir Estrella (1890-1980) realizó su formación artística en España (Madrid y Barcelona) con el apoyo económico de su familia.
En 1915 es creada la primera Escuela Oficial de Dibujo y Pintura dirigida por Vicente Lahir Estrella y Elena Capmany que organizó en 1918 el "Primer Salón de Bellas Artes", en la sede de la escuela (calle Gutiérrez 305).
Décadas 1920-1930
Los últimos años de la década del ’20 y sobre todo en la década del ’30 se afirma el campo artístico local con la creación de instituciones culturales: centros de enseñanza, desde el ámbito oficial, asociaciones y galerías comerciales que organizaban salones, exposiciones y certámenes. En este ámbito propicio surge el Museo Provincial de Bellas Artes, creado durante el gobierno de Alejandro Orfila, en mayo de 1927, con el fin de constituir "un centro artístico popular y universal en materia de arte".
Décadas 1930-1940
Los principales centros de enseñanza que se crearon en esta época fueron: la Asociación Cultural de Extensión Artística, más conocida como "Escuela de Dibujo al Aire Libre" fundada por Vicente Lahir Estrella en 1933.
También en 1933 se creó la Academia Provincial de Bellas Artes oficializada un año más tarde como Academia Provincial de Bellas Artes y Escuela de Artes Decorativas de Mendoza. Entre sus organizadores encontramos a los arquitectos Arturo y Manuel Civit, y a los artistas Vicente Lahir Estrella, Rodolfo Guastavino, Pablo Vera Sales, Roberto Azzoni, Rafael Cubillos, José Alaminos, Fidel de Lucía, Antonio Bravo y el escultor Juan José Cardona. En 1939, fue creada la Academia Nacional de Bellas Artes, actual Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional de Cuyo.
Tradición y novedades. Décadas de 1930-1940
"Si la década del ’30 estuvo marcada por la cantidad de asociaciones que surgieron, la del ’40 lo estuvo por el espacio que ocuparon los salones cada año" (Gómez de Rodríguez, Marta). Constituidos los principales centros oficiales de formación profesional, el otro ámbito de legitimación está expresado por los salones.
Década de los ’50
En el aspecto institucional, el hecho más significativo fue la inauguración del Museo Provincial de Bellas Artes "Emiliano Guiñazú" - Casa de Fader, el 11 de abril de 1951.
En cuanto a los movimientos artísticos, durante esta década surge en Mendoza un grupo de artistas comprometidos con las causas de reivindicación social y la posibilidad de llevar el arte a un lenguaje de comprensión universal.
En 1952 Luis Quesada creaba el Taller Popular de Arte Realista que funcionó hasta 1955, cuando comenzó a desarrollarse el Club del Grabado (1955-1959). Se privilegió el grabado como medio expresivo por su bajo costo.
Hacia fines de la década Luis Quesada, José Bermúdez y Mario Vicente conformarán el Taller de Murales de Mendoza, experiencia ligada a las enseñanzas de Juan Carlos Castagnino.
Las décadas sucesivas hasta los albores del siglo XXI, son el escenario en el que se desarrollan diversas propuestas artísticas de gran contenido y proyección, haciendo de nuestra provincia un lugar destacado en lo referido a las artes visuales.
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